El pH de tu piscina: todo lo que debes saber

Si eres un afortunado propietario de una piscina, sabrás que mantenerla en óptimas condiciones es clave para disfrutar de un refrescante chapuzón. Y uno de los aspectos más importantes para tener en cuenta es el nivel del pH, el cual puede afectar la calidad del agua y nuestra experiencia al bañarnos. En este artículo te revelaremos todos los secretos para entender y controlar correctamente el pH de tu piscina. ¡Prepárate para sumergirte en conocimientos imprescindibles!

¿Qué es el pH de una piscina?

El pH es una medida de acidez o alcalinidad del agua que se encuentra en tu piscina. Viene de las siglas "potencial de hidrógeno" y se mide en una escala del 0 al 14, donde 7 es considerado como neutro. Un valor por debajo de 7 indica un medio ácido, mientras que un valor por encima de 7 indica un medio alcalino.

Mantener el pH adecuado en tu piscina es crucial para garantizar una calidad óptima del agua y evitar problemas tanto para la salud de los bañistas como para el estado físico de la piscina misma. Un pH desequilibrado puede causar irritación en la piel y los ojos, así como daños a los equipos y materiales de la piscina.

Existen varios factores que pueden influir en el pH del agua de tu piscina, como la temperatura, la cantidad y frecuencia del uso, los productos químicos utilizados para tratarla y hasta las condiciones climáticas. Por eso es importante medir regularmente el pH y ajustarlo si es necesario.

Es importante recordar que mantener un pH adecuado en tu piscina no solo garantiza una experiencia más agradable para los bañistas, sino también un mejor funcionamiento de los productos químicos utilizados para tratarla y una mayor duración de los materiales de la piscina. Por lo tanto, es necesario mantener un control regular del pH y realizar ajustes cuando sea necesario para asegurar una adecuada calidad del agua en tu piscina.

¿Por qué es importante controlar el pH de una piscina?

El pH de una piscina es un factor fundamental para mantenerla en óptimas condiciones y garantizar la seguridad y salud de los bañistas. A continuación, te explicamos por qué es importante controlar el pH de una piscina.

  1. Protección para la piel y ojos: Un nivel adecuado de pH en el agua evita irritaciones en la piel y los ojos de las personas que se bañan en la piscina. Si el pH está desequilibrado, puede causar reacciones alérgicas como picazón, quemaduras o enrojecimiento.
  2. Efectividad del cloro: El cloro es uno de los principales productos químicos utilizados para mantener el agua limpia en una piscina. Sin embargo, si el pH no está equilibrado, su efectividad disminuirá considerablemente, lo que resultará en la presencia de bacterias y microorganismos nocivos para la salud.
  3. Durabilidad del revestimiento: El exceso de acidez o alcalinidad pueden dañar el revestimiento de la piscina a largo plazo. Un alto nivel de acidez puede corroer las paredes y fondos, mientras que un nivel elevado de alcalinidad puede provocar manchas blancas antiestéticas.
  4. Ahorro económico: Controlar regularmente el pH evitará que tengas que gastar grandes cantidades de dinero en productos químicos para corregir un desequilibrio extremo. Mantener un nivel adecuado de pH también prolongará la vida útil de los equipos de la piscina, como robots limpiafondos y filtros.
  5. Confort y disfrute: Un agua con un pH equilibrado es más agradable para nadar, ya que no irrita la piel ni los ojos y no causa olores desagradables. Además, una piscina bien mantenida invita a disfrutarla en cualquier momento sin preocuparse por posibles problemas de salud.

¿Por qué varía el pH de tu piscina?

Son varios los factores que pueden influir en el pH de tu piscina. En primer lugar, está la presencia de contaminantes externos como hojas, insectos o productos químicos utilizados para limpiar la piscina. Estos elementos pueden alterar el equilibrio del agua y afectar directamente al pH.

 

Otro factor para tener en cuenta es la frecuencia y manera en que se utiliza la piscina. Cada vez que alguien se baña o incluso solo con el roce del cuerpo contra las paredes y fondo de la piscina, se liberan pequeñas cantidades de sudor, lociones bronceadoras o cremas corporales que también pueden afectar al pH del agua.

 

Además, las condiciones climáticas también juegan un papel importante en la variación del pH. Un clima caluroso puede aumentar la evaporación del agua haciendo que esta sea más ácida mientras que las lluvias pueden diluir los químicos utilizados para equilibrar el pH.

 

Por último, cabe mencionar que la propia composición de la piscina y su sistema de filtrado también pueden influir en la variación del pH. Por ejemplo, si la piscina está construida con materiales porosos como el hormigón, estos pueden absorber sustancias químicas y afectar al equilibrio del agua.

Cómo medir el pH de tu piscina

Para medir el pH de tu piscina, necesitarás un kit de prueba de pH que incluya tiras reactivas o un medidor electrónico. Estos kits se pueden encontrar en tiendas especializadas en productos para piscinas o en línea.

 

El primer paso para medir el pH es asegurarse de que el agua esté limpia y libre de cualquier residuo. Luego, sumerge una tira reactiva en la piscina hasta que cambie su color. Retírala y compárala con la escala de colores proporcionada en el kit. Esta escala te indicará si el nivel de pH está dentro del rango deseado.

 

Si prefieres tener una medida más precisa, puedes utilizar un medidor electrónico. Para usarlo, sumerge la sonda del medidor a unos 15-30 cm debajo de la superficie del agua durante unos segundos hasta obtener una lectura estable. Asegúrate también de calibrar tu medidor según las instrucciones del fabricante antes de su uso.

 

Si el nivel de pH está por encima del rango deseado, significa que el agua es demasiado alcalina. Si el nivel de pH está por debajo del rango deseado, significa que el agua es demasiado ácida.

 

Es importante medir el pH regularmente, al menos una vez a la semana en una piscina residencial y diariamente en una piscina comercial o pública. Además, recuerda ajustar otros niveles químicos como el cloro y la alcalinidad total para garantizar una piscina limpia y segura para nadar.

Valores óptimos del pH de tu piscina

El rango ideal de pH para una piscina se encuentra entre 7.2 y 7.6, ya que esta cifra es considerada neutra y no causa irritación en la piel ni daños en los materiales de la piscina. Si el pH está por encima o por debajo de este rango, puede causar problemas como irritación ocular, picazón en la piel, decoloración del cabello e incluso daños en el revestimiento y los accesorios.

Además del nivel adecuado, también es importante mantener un equilibrio constante del pH en tu piscina. Los factores que pueden afectar este equilibrio incluyen la lluvia, la temperatura ambiente, el uso de la piscina y los productos químicos utilizados. Por lo tanto, es necesario monitorear y ajustar el pH regularmente para mantenerlo en el rango óptimo.

Cómo controlar el pH de tu piscina

Es importante controlar regularmente el pH para asegurarse de que el agua esté en óptimas condiciones para nadar:

Paso 1: Medir el nivel de pH. El primer paso para controlar el pH de tu piscina es medir su nivel actual.

Paso 2: Subir el pH o bajar el PH Si el nivel de pH es inferior al recomendado, debes subirlo utilizando un producto químico específico conocido como elevador de pH. Si el nivel de pH es superior al recomendado, deberás bajarlo utilizando un producto químico específico conocido como reductor de pH.

Paso 3: Mantener un equilibrio adecuado Una vez que hayas subido o bajado el nivel de pH, es importante mantener un equilibrio adecuado para evitar fluctuaciones futuras. Para ello, asegúrate de realizar mediciones regulares del pH en tu piscina.

El control del pH de tu piscina es fundamental para poder disfrutar de ella. Como lo son también los robots de piscina, que te ahorrarán dedicar tiempo de limpieza. Descubre todos los modelos de robots limpiafondos de Maytronics.